Este sábado, Apple ha confirmado que dio de baja de su tienda de aplicaciones a Parler, una app social usada por grupos más extremos de republicanos y fanáticos de Trump, bajo la idea de ofrecer un espacio de “libertad de expresión” alternativo. Un lugar ajeno a las restricciones de los espacios que ofrecen las Big Tech.
Parler se convirtió en un punto de encuentro para muchos de los movimientos más radicales del espectro republicano. Ahí conversan – entre otras cosas – sobre uso de armas, formas de realizar actos violentos contra minorías, y despliegan mensajes donde abiertamente impulsan conspiraciones para justificar una lucha interna para “recuperar el país”.
Recientemente Parler fue sindicado como uno de los catalizadores de las conversaciones para instigar y planificar el ataque al capitolio de este miércoles en Washington DC. Esto como acto de fuerza para impedir que se certificara la derrota de Donald Trump ante Joe Biden.
“Siempre hemos apoyado la representación de diversos puntos de vista en la App Store, pero no hay lugar en nuestra plataforma para amenazas de violencia y actividades ilegales. Parler no ha tomado las medidas adecuadas para abordar la proliferación de estas amenazas a la seguridad de las personas. Hemos suspendido a Parler de la App Store hasta que resuelvan estos problemas “.
Declaración de Apple ante la baja de Parler
Esto se suma a la eliminación que el viernes por la tarde anunciara Google, que sacó de Google Play todo acceso a esta aplicación.
Si bien su cliente oficial no se puede descargar hoy por hoy de ninguna de las dos tiendas de apps móviles que importan, clientes alternativos aún pueden ser usados para acceder al servicio. Esto tampoco afecta a quienes ya tienen instalada la app en su smartphone, pues podrán seguir accediendo a Parler.
En el caso de Android, también es factible descargar el APK para instalar la aplicación sin problema.
Un lugar para los que ya no tienen lugar en las redes sociales convencionales
La aplicación supone un canal conservador para aquellos que ven en las redes sociales convencionales que sus ideas son censuradas. Ideas que van desde discursos discriminadores, incitación a la violencia hasta – más recientemente – planificar la toma de edificios gubernamentales por la fuerza.
Como red social, su símil más cercano es Twitter, aunque con un límite de 1.000 caracteres para los mensajes compartidos. Funciona con multimedia, GIFs, hashtags, “me gusta” y la amplificación de mensajes de terceros.
Muchos de sus usuarios acusan que migraron a Parler tras ser sistemáticamente cuestionados, e incluso bloqueados por las redes sociales tradicionales. Ellos ven en esta app un espacio donde sus voces son valoradas por pares. Para los más críticos, Parler genera un área de sesgo cognitivo en el que sus usuarios sólo se rodean de voces e ideas similares.
Incluso numerosos “influenciadores” conservadores, entre los que se cuentan conocidos periodistas de Fox News, anfitriones de podcasts de referencia para el sector, abogados y líderes de comunidades de ideas afines a esta línea de pensamiento, impulsaron el uso de Parler en lugar de Twitter.
Antes de su eliminación, esta aplicación pasó a ser la más descargada en Estados Unidos. Se calcula que 200.000 equipos descargaron Parler antes de ser vetada. Esto, probablemente movidos por la certeza de ver a Apple tomando los mismos pasos que Google.
Previo a las elecciones vivió su crecimiento más grande, con más de 2 millones de descargas. Recientemente un portavoz de la empresa aseguró a Fox News que “si Apple quita Parler de la App Store, estamos ‘fritos'”.
Quitándole plataformas a Trump y los suyos
Los pasos para quitarle plataformas a los movimientos extremistas en Estados Unidos se han acelerado desde el día del ataque al Capitolio. Este día coincide con dos hitos clave en el equilibrio político del país: la confirmación de Joe Biden como Presidente Electo, y el cambio en el poder del Senado, que pasó de manos republicanas a demócratas – el partido de Biden.
Esto último es importante pues la anterior mayoría republicana amenazó a las tecnológicas constantemente con una regulación más fuerte contra ellas. Esto si es que seguían en plan de restringir la “libertad de expresión” de sectores conservadores.
