Cuando Bill Gates quiso cobrar por mandar un email

Elon Musk no es el primer hombre más rico del mundo que quiso que pagaras por algo que puedes usar gratis en Internet. Bill Gates lo intentó.
Kees de Vos from The Hague, The Netherlands, CC BY-SA 2.0 , via Wikimedia Commons

Twitter hoy en día está en el ojo del huracán tras la llegada de Elon Musk como dueño, y los enormes cambios que su compra trajo consigo. Además de los despidos masivos, quizás lo que más ha hecho ruido es el sistema de verificación, el que requerirá un pago mensual de USD $7.99 para tener la insignia que muestra que eres verificado.

Expertos aseguran que esta movida podría incluso abrir la puerta a mayor desinformación, dado que cualquiera podría usar la insignia para empujar noticias falsas con una cuenta que lucirá como actualmente luce una fuente oficial.

Las críticas no se hicieron esperar y vinieron tanto de usuarios comunes y corrientes hasta grandes celebridades, quienes se han mostrado contrarios a la idea de pagar para mantenerse verificado.

Principalmente porque Twitter ha sido una red social eminentemente gratuita – ojo, nada gratis en Internet lo es, tú eres el negocio – por lo que la introducción de un pago despertó rápidamente una ola de rechazo contra la medida. ¿Por qué querría pagar por algo que uso gratis?

Sin embargo, esta iniciativa de Elon Musk no es la primera – ni probablemente la última – polémica disparada por intentar cobrar por algo que podemos usar libremente. Tampoco es la primera idea de este estilo que viene del hombre más rico del mundo.

Alguna vez el mismísimo Bill Gates tuvo una idea igual de llamativa, aunque su motivación no era pagar cuentas sino algo mucho más loable… y falló.

Foto: Frantisek_Krejci (pixabay.com)

Bill Gates y la estampilla digital

Corría el año 2003, y Bill Gates – otrora hombre más rico del mundo, como ahora es Musk – llegó ante la opinión pública con lo que él consideraba “la solución contra el spam” en el correo electrónico. Algo que identificó en su momento como el gran problema de Internet, puesto que era casi el 50% del tráfico total en la red.

Su idea, apoyada por Microsoft: Cobrar por el correo electrónico para hacer tan caro el enviar grandes cadenas de emails, y así acabar con el problema por el costo que esa mala práctica tendría. Su idea fue expuesta en el Foro Económico Mundial ese año ante líderes de todo el planeta.

El cobro no era tan directo, pero fue igualmente controversial. La idea era comprar una especie de “estampilla digital” para enviar cualquier correo, lo que le pondría precio a cualquier comunicación que quisiéramos mandar por esta vía.

Foto: Wikimedia

A pesar de la pésima reacción entre el público y los medios especializados, en ese momento la idea parecía sensata en la industria.

Microsoft además tenía una cuota mayoritaria de mercado en lo que a correo electrónico se refería, con Hotmail sirviendo casi a un 33% de los usuarios a nivel mundial. ¡Por supuesto que le interesaba todo ese dinero extra!

“El problema fundamental con el spam es que no hay suficiente fricción en el envío de correo electrónico”.

Brad Garlinghouse, Gerente de productos de comunicaciones de Yahoo! en 2003

Yahoo! era el segundo proveedor en importancia, y tras enterarse de los planes de Microsoft, rápidamente vio en esto una oportunidad de monetizar su servicio. AOL también se mostró muy interesada.

La idea llegó incluso a convertirse en un piloto gracias a Goodmail, una startup que vio la oportunidad para adelantarse a la tendencia. El servicio requería la implementación de sus sistemas en tu servidor, para luego cobrar para asegurar que los correos de tu compañía llegaran de forma “garantizada” a clientes y potenciales nuevos usuarios.

“Creemos firmemente que los cargos monetarios serían inapropiados y contrarios al propósito fundamental de Internet como un medio de comunicación extremadamente eficiente y barato”.

Bill Gates, co-fundador de Microsoft, sobre el futuro de su plan para el correo electrónico en 2004.

La idea de Gates llegó a tener cifras tentativas. El cobro propuesto por Microsoft era 25 centavos de dólar.

Y sí, todo el mundo odió la idea. Finalmente en 2004 el propio Gates aseguró a la opinión pública que estaban buscando nuevas formas de reducir el spam, y que el modelo de cobrar a los usuarios no era correcto.

Así murió la idea de cobrarte por cualquier mail que quieras mandar, al menos de forma directa. La moraleja es que, incluso mentes brillantes como la de Gates, pueden juzgar mal una situación.

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