Es la red social de la que todos hablan, metafórica y literalmente hablando. Tras ser fundada en Abril de 2020, Clubhouse se ha convertido rápidamente en una plataforma con una dinámica interesante: simplemente hablar en salas temáticas especialmente creadas para reunir a otros usuarios – seguidores o espontáneos – a escuchar y participar de foros de conversación.
Como podrás imaginar, al usar voz, el toque personal y directo que por lo general las redes sociales ofrecen se hace todavía más relevante. Este chat de audio permite que escuchemos y hasta interactuemos con grandes personajes que abren sus foros de conversación.
Como en toda red social, ya comienzan a ingresar algunas celebridades. Entre sus usuarios está Elon Musk, Drake, Oprah Winfrey, Jared Leto, Ashton Kutcher, Chris Rock, Kim Dotcom y numerosos artistas que utilizan esta plataforma para tener un contacto más directo con sus seguidores, creando así comunidades en torno a ellos mismos y a temáticas interesantes.
Excepto en China, donde ya fue bloqueada.
¿Qué es Clubhouse?
Como una gran llamada telefónica grupal que recuerda al antiguo fono-amistad, la forma de uso de Clubhouse es sencilla. Ingresas a la app, y si encuentras un foro interesante que esté abierto en el momento en que te conectes, podrás acceder a él de forma silenciosa.
Es como entrar a una sala de conferencias. Podrás revisar quién está dentro, quién está hablando, escuchar a los expositores, e incluso levantar la mano para intervenir si eso es permitido. Si no te gusta podrás salir silenciosamente para seguir buscando.
Cuando ingresas a una sala, podrás dejar el teléfono en tu bolsillo y seguir escuchando la conversación en segundo plano. Esto lo hace ideal para seguir estas discusiones durante tus traslados, ejercicio o en cualquier momento.
Tú mismo también puedes crear tus propias salas, e invitar a usuarios afines a participar contigo en estos foros a los que la comunidad podrá ingresar. Así podrás crear tu propia comunidad. También puedes crear salas privadas.
Esta es una tremenda posibilidad para impulsar tu marca personal si es que realmente buscas eso, o pasar un buen rato conversando con personas, y contrastar visiones sobre distintos temas. Al ser un chat de voz con nombre y apellido, las posibilidades de ser atacado impunemente son menores a las de otras redes sociales.
Por cierto, Clubhouse no permite usuarios de menos de 17 años, y ante cualquier mal uso de la plataforma durante una conversación, habrá moderadores en las salas que podrán expulsar rápidamente a los usuarios que rompan las reglas de la comunidad. Esta red social tiene una firme política de moderación, por lo que las personas que la incumplan podrían verse vetados de inmediato de ella.
Está prohibido el racismo, la incitación al odio, la odiosidad religiosa y las dinámicas destructivas en contra de otros usuarios.
Además, el hecho de comunicarse a través de la voz implica que tú controlas la intención y la inflexión que le otorgas a tus palabras. Así vamos evitando malos entendidos, o creándolos a propósito, pero al menos no quedan dudas de cómo dijiste lo que dijiste.
En Clubhouse se habla prácticamente de todo. Al ingresar tendrás una serie de temáticas básicas entre las cuales elegir las primeras comunidades a las que ingresarás. Desde temas deportivos a elevadas discusiones sociológicas, pasando por un amplio espectro de conversaciones potenciales, historias de vida, grupos de reflexión social, etnias, ideologías, políticas, aficiones, chistes y tanto más.
Si no está la que quieres, puedes ser tú mismo quien inicie esa línea de charla.
Siempre que termines una sesión en Clubhouse – esperan sus fundadores – habrás aprendido algo nuevo sobre algo, alguien o ti mismo.
¿Y mis datos personales?
Clubhouse requiere cierta información y permisos en tu dispositivo. Por supuesto, tus datos como nombre y apellido, un seudónimo o nombre de usuario, manejará tu número de teléfono, tu correo electrónico, y acceso a tu agenda de contactos para ver qué usuarios que tengas en ella están en la lista de espera.
También entregarás información sobre qué equipo estás usando, te dará la opción de vincular tu presencia online en dos otras dos redes sociales: Instagram y Twitter.
Y dado que estás comunicándote vía voz, tus mensajes de audio podrían ser recopilados para diagnóstico.
No queda claro si esos audios, las temáticas que prefieras y el contenido de los mismos son usados de alguna forma para perfilar al usuario y ofrecerle publicidad. Tampoco si estas comunicaciones quedan almacenadas permanentemente a pesar de desaparecer del acceso público al cerrar la sala.
¿Cómo consigo una invitación a Clubhouse?
Bueno, esta es la parte más “complicada”.
Para ingresar a Clubhouse primero debes tener un iPhone o iPad, puesto que no hay una versión para Android.
Si ya tienes un dispositivo iOS en su versión 13 o superior, lo segundo que necesitas es un usuario de la aplicación que te “nomine”. Ese usuario quedará consignado permanentemente en tu perfil como la persona que te incluyó en esta red social.
Existe un sistema de lista de espera ahora mismo que le podría avisar a tus contactos que están dentro de la red que estás en ella. Ellos podrán apadrinarte, “sacarte” de esta fila y darte un espacio en Clubhouse.
Al ingresar recibirás 2 invitaciones para que tú hagas lo mismo, y posteriormente recibirás 5 más.
Si no quieres esperar tanto a abrir tus propias salas, puedes probar Wavve. Un servicio similar que no requiere de invitación, donde podrás crear tus propias conversaciones de voz e impulsarlas en otras redes. Sin embargo, es claro que esta sensación que provoca perderse algo interesante ha hecho que Clubhouse – con o sin mérito real – se haya vuelto la nueva red social de moda.
