El ex-presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no retornará a Twitter aunque sea nuevamente autorizado a usar la plataforma. Al menos eso dijo tras ser consultado por medios conservadores estadounidenses tras confirmarse la adquisición de la red social por parte del magnate sudafricano Elon Musk.
En conversación con Fox News, el ex mandatario valoró positivamente la compra por parte de Musk, agregando que el hombre más millonario del mundo en la actualidad “es un buen hombre”, que “hará mejoras a Twitter”, pero que no volverá a ese servicio pues “voy a mantenerme en Truth”, su propia plataforma.
Truth Social, el rincón social de Donald Trump, sigue sin despegar
Desde su lanzamiento, la red social de Donald Trump ha visto severos problemas de continuidad de servicio, además de poca masa crítica y la falta de interacción de sus principales figuras, incluyendo al propio Trump, quien no se ha dejado ver en el servicio salvo para su primer mensaje durante la inauguración de la plataforma.
Sin embargo, ha aprovechado esta instancia para confirmar que comenzará a usar la plataforma – un clon de Twitter desde el punto de vista de su interfaz – de forma consistente desde la próxima semana. Esto con la esperanza de atraer nuevos usuarios en la previa a su re-debut en Truth.
Trump fue suspendido permanentemente de cada red social relevante – Twitter, Instagram, Snapchat y Facebook, entre otros servicios – después de la insurrección que llevó al ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Esto tras empujar y escalar una retórica incendiaria y provocadora, la que instigó a una multitud a frenar la certificación de la elección presidencial en que Joe Biden fue declarado ganador.
La postura de Trump sobre no volver a Twitter tiene sentido en su búsqueda para tener una plataforma propia de la que no pueda ser despojado. Si fuese autorizado a utilizar redes sociales de terceros, volver a Twitter no sólo lo dejaría vulnerable de cara a nuevas violaciones a los términos y condiciones del servicio, sino que además tiraría por la borda las inversiones realizadas para crear y lanzar su propia red social conservadora.