A pesar de haber cambiado la fecha de la cita más importante para la industria móvil, la GSMA ya vio la primera gran baja de cara a la nueva versión de la feria. Ericsson ha anunciado que no participará del Mobile World Congress 2021.
La casa sueca de telecomunicaciones es la principal empresa que ha anunciado su retiro de la cita de este año, tal como lo hiciera el año pasado. Recordemos que en 2020 la primera compañía en retirarse fue LG, lo que generó una ola de empresas que anunciaron su salida del evento, hasta que la GSMA finalmente lo canceló.
La compañía asegura que la decisión, aunque lamentable, “refleja nuestro enfoque preventivo para gestionar la pandemia desde una perspectiva de pueblo y de viaje, mientras que los programas de vacunación se implementan a nivel mundial. Esperamos con interés la oportunidad de reincorporarnos a eventos futuros y seguir trabajando estrechamente con la GSMA y los socios de la industria”.
La GSMA ha enviado un comunicado en que aseguran que “respetan la decisión de Ericsson”, y apunta a que está desarrollando una experiencia virtual para que todas las empresas que no sean capaces de asistir presencialmente. Muy del estilo que CES 2021 comprobó que se podía desarrollar.
La propia GSMA ha anunciado su voluntad de hacer un evento presencial durante este año. Un Mobile World Congress con un aforo máximo de 50.000 personas, con un reforzamiento de sus canales digitales, para así llevar la experiencia MWC a usuarios que no puedan o no quieran asistir a causa de las actuales condiciones sanitarias.
A quienes asistan en persona se les exigirá una PCR negativa que – como máximo – debe haber sido hecha con 72 horas de anticipación previo al ingreso a la feria. La PCR ha de repetirse cada vez que esas 72 horas expiren. Los resultados quedarán en manos de la organización, que aplicará restricciones de acceso a quienes presenten casos positivos durante el evento.
La GSMA trabaja en conjunto con el sistema de salud de Cataluña para ofrecer todo el músculo médico que se requiere para cautelar una burbuja sanitaria que rodee al evento.
El gran desafío tras este tipo de eventos es la enorme variedad de procedencias que una feria internacional como el MWC tiene. Muchos de esos países tienen una ejecución dispar de protocolos sanitarios, inmunización y otros indicadores que pueden provocar que el MWC Barcelona se convierta en un “súper diseminador” del virus.
La “ciudad condal” espera atenta el desarrollo de estos esfuerzos. Una feria como el MWC podría ser una gran noticia para la alicaída industria hotelera y restaurantera del sector. Sin embargo, el costo sanitario que ese alivio puede acarrear podría ser muy alto si no se hace bien.