A pesar de haber sido ungida con la responsabilidad de ser el ícono gráfico favorito para representar la modernidad, este símbolo no siempre fue usada para significar lo que hoy nos evoca. Algunos dicen que tiene raíces en el antiguo Egipto, donde la “a” encerrada en una línea circular representaría la unidad; sin embargo, nuestra vieja y querida arroba tuvo su primer momento de gloria y conocimiento mundial muchos siglos atrás.
El símbolo “@” jugó un papel vital en el comercio y el comercio. Permitió a los comerciantes cuantificar y medir los bienes con precisión, facilitando las transacciones en diferentes regiones y culturas. El símbolo se convirtió en una parte integral de la documentación comercial, apareciendo en facturas, libros de contabilidad y registros de envío.
La “@” tiene una historia fascinante que se remonta al siglo 16. Su primer uso conocido en su forma familiar se puede encontrar en una carta en español de 1536 escrita por un comerciante florentino llamado Francesco Lapi.
Durante este tiempo, “@” se empleó para representar una unidad de volumen llamada “arroba”, derivada del término árabe “al-rubʿ”, que significa “un cuarto”. La arroba era una medida ampliamente reconocida utilizada en el comercio mediterráneo para denotar la capacidad de un ánfora estándar.
Las ánforas eran grandes vasijas de arcilla comúnmente utilizadas para almacenar y transportar diversos bienes como líquidos, cereales y otros productos básicos. El símbolo “@” se utilizó como una notación abreviada para indicar el valor de la arroba, simplificando las transacciones comerciales y la contabilidad.
Este uso del símbolo “@” fue tan generalizado en la región mediterránea que sigue siendo conocido como “arroba” en español y portugués hasta el día de hoy.
Con el tiempo, el símbolo “@” ganó reconocimiento más allá del ámbito del comercio. Su forma distintiva y utilidad para representar una medida específica llevó a su inclusión en varias máquinas de escribir y juegos de caracteres. Sin embargo, no fue hasta el advenimiento de la comunicación electrónica que el símbolo “@” realmente se elevó a la prominencia global y adquirió nuevos significados y funciones.
El resto también es historia, pero más moderna.
