El “derecho a reparar” cada vez gana más espacio en el mundo, y la Unión Europea es uno de los organismos que más lo ha impulsado. El Parlamento Europeo votó masivamente el apoyo a una resolución que impulsa un “mercado único sustentable”.
Esta iniciativa se posiciona como un gran apoyo a los lineamientos de la zona europea para reducir la basura electrónica y forzar que los dispositivos duren más, minimizando así la obsolescencia programada de smartphones, computadores y tablets a contar de 2021.
¿En qué se traduce esto? Básicamente en que ahora la Unión Europea debe desarrollar e imponer un etiquetado obligatorio, el que entregará a primera vista al consumidor una forma fácil de entender en relación a la vida útil estimada del equipo y la reparabilidad del mismo.
Algo parecido al concepto que Chile desarrolló e impulsó con el etiquetado de alimentos, pero aplicado a tecnología.
Esta votación además demanda a los fabricantes la liberación de instrucciones de reparación, y no bloquear de forma artificial ni la posibilidad de reparación ni el acceso a repuestos. Esto aplica tanto para consumidores particulares como para servicios técnicos independientes, todo para extender la vida de los dispositivos.