Todos hemos estado ahí, y ya estoy harto de dejar el teléfono sobre un cargador inalámbrico para luego descubrir que no se cargó pues los imanes no se alinearon correctamente. La buena noticia es que el Wireless Power Consortium (WPC) – el consorcio que está detrás del estándar Qi de carga inalámbrica – hará obligatoria una fuerza mínima para el imán de los accesorios que quieran adscribir al protocolo.
Se espera que mucho de este estándar esté definido por las guías que Apple creó para MagSafe, su propio sistema de carga inalámbrica. Esto haría que los accesorios hechos para iPhone también puedan ser usados para cargar dispositivos Android, apuntando proactivamente hacia un cargador único inalámbrico “de facto”.
Qi2 es un trabajo en proceso, pero ya existen algunas definiciones generales
Con más de 350 empresas asociadas, el WPC apuesta a una nueva generación de cargadores que no sólo puedan alinear sus magnetos de forma correcta.
También pone foco en el desarrollo de una mayor velocidad de carga y en una mayor compatibilidad para potenciar la interoperabilidad, esto último para reducir la necesidad de comprar un cargador para cada equipo y cargar estos dispositivos de forma más sustentable.
Al mismo tiempo, el consorcio ha definido que Qi2 debe considerar la posibilidad de entregar libertad para la adopción de carga inalámbrica a nuevos dispositivos, como aparatos para realidad virtual, realidad aumentada, y equipos que no requieren ya de un panel plano – como hoy – para hacer un contacto correcto entre el cargador y el equipo a cargar.
El nuevo estándar Qi2 debería estar terminado y publicado a fines del verano boreal, instancia en la que será anunciado y entregado a los fabricantes que deseen adoptarlo. Los primeros dispositivos que lleguen al mercado con Qi2 deberían estar a tiempo para la temporada de fiestas de fin de año.