Review Fitbit Sense, un reloj que camina hacia la inteligencia

Aunque su software parece no estar listo para ofrecer tareas smart, el Fitbit Sense es el mejor dispositivo de la marca hoy por hoy. Punto.

Fitbit no tiene nada que probarle a nadie a esta altura de su historia. Con años haciendo dispositivos concentrados en bienestar, no cedió ante las tentaciones de convertir sus equipos en esos computadores de muñeca que por un momento Apple y Samsung creían que podrían desarrollar. Eso los pone en una posición – al menos – de visionarios en la industria.

Sin embargo, con el tiempo han seguido perfeccionando lo que ya hacían bien. La última vez que probé un equipo de la marca fue el segundo Versa, un reloj que ya era un puente entre la visión de un monitor de salud avanzado y algunas funciones un poco más inteligentes.

Ahora llevo casi un mes usando el Sense, una especie de Versa corregido y aumentado que añade más funciones de salud, más sensores y va un pasito más allá en ese afán de convertirse en una especie de Hannah Montana de la tecnología. Lo mejor de dos mundos – smart y bienestar – para los dos mundos de la industria móvil, iOS y Android.

Pero para conseguir el equilibrio perfecto que buscaba Fitbit con el Sense, debes ser mejor que la competencia en ambas áreas. Este equipo falla en su aproximación a una de ellas.

Así ha sido mi tiempo con lo mejor que hoy por hoy Fitbit tiene para ofrecer en su alineación de productos.

Empaque del Fitbit Sense.

Especificaciones técnicas del Fitbit Sense

DIMENSIONES Y PESO40,48 x 40,48 x 12,35 mm
45,9 gramos
SISTEMA OPERATIVOFitbitOS
PANTALLAAMOLED
1,58″ 336 x 336
Multitáctil
Gorilla Glass 3
SENSORES
Y EXTRAS
Sensor óptico multirruta de frecuencia cardiaca
Sensores eléctricos con múltiples funciones compatibles con las aplicaciones de ECG y EDA.
Sensores de luz roja e infrarroja para la monitorización de la saturación de oxígeno (SpO2)
Giroscopio
Altímetro
Acelerómetro de tres ejes
Sensor de temperatura cutánea
Sensor de luz ambiental
Motor de vibración
Altavoz (75 dB SPL @10 cm)
Micrófono
MEMORIA4GB Memoria interna
Guarda todos los datos de tus movimientos durante siete días, minuto a minuto.
Guarda el total diario durante los últimos 30 días.
Almacena datos sobre el ritmo cardiaco en intervalos de un segundo durante la monitorización del ejercicio y de cinco segundos el resto del tiempo.
CONECTIVIDADWi-Fi
NFC
GPS integrado + GLONASS
Bluetooth 5.0
AUTONOMÍA6+ días
RESISTENCIAIP68
COMPATIBILIDADiOS 12.2 hacia arriba
Android 7.0 hacia arriba

Diseño del Fitbit Sense, minimalismo hecho bien

Si tuviste un Fitbit antes, sabrás que sus productos siempre tienen buena materialidad, y que con pocos elementos hacen bastante. En el Sense la compañía repite el truco, y lo hace con la maestría que le da haberlo repetido hasta la saciedad.

Con un cuerpo de acero inoxidable y aluminio, el Sense nos trae un look mucho más premium que el que veríamos en un Versa. Cualquier Versa. Este pequeño cuadrado de esquinas redondeadas luce elegante, aunque suficientemente llamativo y distinto como para que se note que no estás usando un reloj inteligente convencional.

Dorado. Me gusta el dorado.

Mi unidad de prueba es dorada, aunque también hay una de color negro que es más discreta que la que estoy usando. Sin embargo, este color ha hecho que personas me hayan preguntado por él.

Ahora que lo pienso, no sé si realmente llama la atención, o tras casi un año de pandemia la gente ya busca hacer conversación por cualquier cosa, pero me agrada que un vestible no sea tosco, pueda ser usado como accesorio de vestir y no pase desapercibido.

Los bordes de acero inoxidable permiten usar los sensores del escáner EDA.

Una más del borde de acero: Es táctil, y tendrás que tocarlo para algunas mediciones de bienestar.

Por los bordes, entre las secciones de aluminio y acero, encontramos una huincha que aloja algunas antenas requeridas para que el dispositivo se conecte. Hacen una bonita amalgama que une ambas materialidades de forma agradable a la vista, totalmente simétrica.

El altavoz ofrece un sonido aceptable para llamados. Los micrófonos son de buena calidad.

A la derecha encontramos un micrófono y un altavoz difícil de tapar con algún pliegue de nuestra muñeca. a la izquierda está el botón háptico – ya hablaremos de él – y un micrófono ideal para darle órdenes a los asistentes de voz compatibles con este reloj… ya sabes, cuando Fitbit decida que Amazon Alexa y Google Assistant se puedan activar en Chile.

La parte que toca la piel y el cargador es fácil de rayar, pero da lo mismo… nadie la ve realmente.

Debajo – también simétricos – conviven múltiples sensores que permiten medir ritmo cardiaco, oxígeno, temperatura de la piel y otros signos vitales, junto con los conectores para cargar el dispositivo.

De vez en cuando, y a causa del uso, la parte inferior del dispositivo tiende a captar grasa superficial del cuerpo. Es súper recomendable que lo laves después de una sesión de ejercicio, incluso más allá de la ducha. Si no haces ejercicio, puedes tomar esta medida entre carga y carga para que tu Sense no se vea sucio.

Si estás dando el salto desde un Versa 2, y compraste un montón de pulseras para personalizarlo, ninguna de ellas te servirán en el Sense. Sólo comparten anclaje con el Versa 3.

El panel “Hoy” de FitbitOS es muy útil para ver tu progreso en detalle. Puedes chequearlo rápidamente desde la carátula del reloj.

Rendimiento del Fitbit Sense, menús sencillos, datos claros y funciones por mejorar

La pantalla táctil del Sense podrá parecer pequeña y con un gran borde alrededor; sin embargo, la interfaz de Fitbit OS hace que navegar a través de las funciones del equipo sea muy intuitivo. Tanto los menús como sus funciones son fáciles de encontrar, con íconos claros y un cuidado detalle en la facilidad de la navegación en el dispositivo.

Hay cuatro lados del reloj, y deslizar el dedo desde el borde hacia el centro del reloj cuando estamos en la pantalla principal nos llevará a un set distinto de acciones. De abajo hacia arriba desplegaremos El Tiempo, un resumen de nuestras estadísticas diarias, y la opción de disparar rápidamente mediciones con el sensor de actividad electrodérmica (EDA). Este último nos permite monitorear nuestro stress, entre otras cosas.

La mayoría de las notificaciones sólo se pueden ver y borrar. Otras, como las de WhatsApp permiten contestar desde el reloj.

Si lo deslizamos de arriba hacia abajo veremos notificaciones. A veces encontraremos algunas que ya dimos de baja en el teléfono, pero también veremos un útil botón para borrarlas todas. Sólo podremos leer la notificación, pero no interactuar con la aplicación desde el reloj en la mayoría de los casos.

Este panel de control rápido permite dejar la pantalla activa todo el tiempo antes de hacer deporte.

Si pasamos el dedo de izquierda a derecha encontraremos el nivel de batería, y un set de configuraciones rápidas. Podremos activar el modo No Molestar, un Modo Noche para evitar que nos despierten las notificaciones, regular el brillo, activar o desactivar la pantalla de forma permanente, hacer que el reloj reaccione al gesto de mirarlo para que encienda su pantalla, y el volumen de su altavoz o del equipo que tengamos conectado a él.

Las aplicaciones en FitbitOS son una mixtura. Algunas, como Strava, son excelentes. Otras son horrendas.

Cuando nuestro dedo va de derecha a izquierda encontramos los accesos al software instalado en nuestro Sense. Prácticamente todo lo que instalemos desde la tienda de aplicaciones que la app del reloj tiene será encontrado ahí. Desde las ya clásicas instrucciones de monitoreo de actividad, hasta aplicaciones como Uber o Spotify, además de nuestro asistente de voz, monedero y un cuantohay para instalar.

Tras la primera actualización el rendimiento del botón háptico mejoró, aunque no lo suficiente.

Para volver al inicio el reloj tiene un pulsador háptico en su costado izquierdo. Lo notarás porque es una especie de hendidura que reaccionará cuando presionamos la zona; o, al menos, eso es lo que esperaríamos.

Lamentablemente este botón no está bien resuelto, por lo que a veces podría pasar que lo pulses y no ocurra nada. Particularmente frustrante si pensamos que al dejarlo presionado, o al pulsarlo dos veces seguidas, activamos accesos directos.

Pareciera ser un tema de software más que de hardware, por lo que es seguro asumir que en futuras actualizaciones podríamos ver mejoras en el desempeño de este botón. Algo que – como veremos – será una constante en distintos aspectos de este dispositivo.

Los bordes negros que rodean la pantalla también son táctiles.

Pero volvamos a su pantalla. Este panel AMOLED de 1.58″ es muy brillante, y el alto contraste de su interfaz hace que sea visible de forma más que satisfactoria en exteriores e interiores. Este reloj incluye la opción de dejar la pantalla siempre encendida para mostrar la carátula elegida constantemente. Eso impacta fuertemente la duración de su batería, por lo que – normalmente – no recomendaría usar esta característica.

Sin embargo, durante este mes de uso me he encontrado en situaciones – sobre todo en ejercicio – donde quiero ver el tiempo de mis parciales por kilómetro, la distancia o el tiempo que llevo recorridos, y al hacer el gesto de levantar la muñeca para mirar, el reloj no se activa. Peor aún, al reintentarlo con un gesto más sobreactuado, persiste en no activarse.

Eso obliga a intentar tocar el botón háptico para activarlo, tarea que a veces tampoco funciona del todo, por lo que costará ver la información que desees chequear.

La pantalla AMOLED ofrece excelente visibilidad, incluso al aire libre.

No sé si tiene que ver con la cantidad de recursos que la CPU del reloj tiene a disposición durante el ejercicio, pero a veces le cuesta hacer ciertas tareas, o las hace a tirones en desmedro de las transiciones gráficas que su interfaz posee. En el Sense es recomendable dejar la pantalla encendida durante el ejercicio, aunque la batería sufra más.

Otra cosa que es incómoda es la convivencia con apps de terceros. La app de Philips Hue para Fitbit es un desastre, y a pesar de configurarla en reiteradas ocasiones, se desconecta y casi nunca fue útil. Lo mismo pasa con Spotify en el reloj, simplemente dejé de intentarlo.

Tras tres minutos esperando que se conectara a la sesión de música, desistí de usarla para siempre.

No es la primera vez que me ocurre. Sobre todo cuando estamos en una etapa temprana del ciclo de vida de un Fitbit, es dolorosamente molesto encontrar que las cosas no están tan consolidadas a nivel de software en el dispositivo. Sí, todo funciona, pero no de la forma en que uno esperaría que trabajaran en un equipo bien optimizado.

Usando el Sense me siento parte de una beta, un proceso de mejora colaborativa del equipo al que optas ingresar al comprar uno de estos, lo que no está mal cuando estamos ante equipos como los de la línea Alta o Charge, donde su sencillez y tamaño ocultan fácilmente los potenciales problemas que en aparatos de gama más alta como los Versa o – ahora – el Sense se hacen más notorios.

Y es que no sería problema si no fuera que, por lo que cuesta un Sense, hay equipos de Apple optimizados para su uso en iOS, o equipos Samsung que están hechos para Android, que no te darán mayores problemas en ningún momento, pero en contraparte no tienen la cantidad de prestaciones de salud que ofrece el Fitbit. Ninguno ha encontrado el equilibrio perfecto.

No me tomes a mal, por ningún motivo estoy diciendo que el Fitbit Sense sea un mal producto. Todo lo que debe hacer, lo hace correctamente. Sin embargo, para llegar a ese estado de refinamiento ideal en su software le tomará unos meses después de su llegada al mercado. Al sacarlo de la caja funciona, pero la experiencia de uso se va haciendo mejor con cada actualización.

Sensores y puntos de carga del Fitbit Sense

Sensores del Fitbit Sense, la empresa crea su propio nuevo estándar

Fitbit es excelente a la hora de llenar de sensores sus dispositivos, y el Sense – de ahí su nombre, ja – es el más completo en esa materia.

Uno de los más llamativos es el sensor de actividad electrodérmica (EDA), un dispositivo desplegado en el marco de acero inoxidable que recoge cambios en la actividad eléctrica de la piel, por lo que debemos tocarlo para “cerrar el circuito” y así comience a medir.

Lectura del escáner EDA tras una sesión de meditación. Nótese el cambio en el ritmo cardiaco.

Los resultados están en contexto con todas las otras mediciones que el Sense hace, y nos dará un nuevo índice sobre gestión de stress y un indicador cuantitativo de mindfulness. Un incentivo para tomarse el tiempo de realizar una pausa cada día e involucrarse en el mundo de la meditación, a cambio de data más profunda y detallada.

La suscripción premium permite acceder a sesiones de meditación guiada que ayudan en momentos de angustia.

En sencillo, es meditación con un índice que valora la sesión al final según la reacción de tu cuerpo.

Puedes tomar constantes sesiones guiadas por la app que van desde 1 a 60 minutos, o sesiones rápidas que harán un muestreo del momento. Si ves que tus latidos van al alza, date unos minutos y bájalos con una sesión corta.

En la app que gestiona la información del reloj podremos ver gran cantidad de datos sobre nuestro día a día. Desde la ya mencionada gestión del stress, pasando por la medición de temperatura cutánea, mindfulness, la medición de la duración y calidad del sueño, la cantidad de veces que cumplimos la meta de 250 pasos por hora, nuestra frecuencia cardíaca en tiempo real, las variaciones de nuestro peso corporal – y los avances que hemos hecho para lograr una meta si la tenemos – además de la cantidad de ejercicio que hemos hecho en la semana.

Estos dos elementos en particular son tediosos de rellenar.

Los últimos dos puntos son para registrar de forma manual la cantidad de agua bebida en el día y las calorías de lo que comemos. Como ambas han de ser incluidas a mano, y la base de datos de comida no tiene productos procesados chilenos, es complejo mantener el registro de estos dos ítems. Después de entusiasmarme los primeros días, de a poco dejé de hacerlo y hoy es un área abandonada.

Me voy a sacar una idea gratis de proyecto de ley: Sería deseable crear un registro nacional de productos alimenticios procesados, con lo que sea obligatorio que los ingredientes y los nutrientes críticos de cada producto que se venda en Chile estén en línea, todo para facilitar el acceso a quienes deseen estudiar de mejor manera los macronutrientes como cada cosa que esté en los alimentos hechos y comercializados en el país, y su impacto en la nutrición de la población.

Seguro más de una gremial pro alimentos procesados saltaría en contra.

Aquí es donde el Sense me informaría de la saturación de oxígeno… ¡Si estuviera habilitado para Chile!

El equipo también tiene la capacidad de medir la saturación de oxígeno, además de realizar electrocardiogramas, pero esas funciones – y varias otras – no están disponibles en Chile. Esto hace que tanto el Versa 3 como el Sense finalmente terminen siendo más similares de lo que originalmente son.

Considéralo a la hora de evaluar la compra de uno de estos relojes.

No varía mucho, aunque hubo días en que pasó más de medio grado hacia arriba y hacia abajo.

En tiempos de Covid parece muy útil tener un monitoreo de nuestra temperatura corporal. Por eso es muy valorable la incorporación de un medidor de variaciones térmicas, incluso si sólo funciona cuando estamos durmiendo. A pesar de existir numerosos factores que pueden incidir en este número, tendremos una alerta cuando esa “normalidad” se vea quebrada por alzas o bajas abruptas.

Y como cada cuerpo es un mundo aparte, el Fitbit Sense se tomará tres días de mediciones silenciosas antes de encontrar una línea base de temperatura de tu cuerpo. Desde ahí se mantendrá atento a cualquier variación.

¡Hola, bradicardia!

Debo reconocer que me asusté un poco cuando vi que mi frecuencia cardiaca era baja en reposo. No fui el único, puesto que en un procedimiento médico saltó este indicador y causó preocupación en quienes me cuidaban. Ahí aprendí que quienes desarrollan actividad física tienen una tendencia a la Bradicardia, o un ritmo cardiaco en reposo bajo 60 latidos por minuto.

El Fitbit me ayudó a entender esto y a monitorear que no baje tanto.

Pero también me ayuda a que no suba demasiado cuando estoy ejercitándome. Durante el ejercicio entrega datos precisos sobre el rango de latidos en el que nos encontramos, ya sea en un rango de quema de grasa, de cardio o quizás demasiado alto para lo que debería ser.

Esa información en tiempo real permitirá ir regulando tu ritmo de trabajo hasta llegar a la zona que sea más funcional a tus objetivos.

Quizás no tiene tantas disciplinas como un Apple Watch, pero el Sense cubre las más relevantes.

Hablando de ejercicio, y como todos los Fitbit, el Sense tiene alma de medidor de actividad física. Ahí es donde se luce con una aplicación propia que permite prescindir totalmente del teléfono para monitorear nuestras sesiones de múltiples disciplinas. Desde salir a correr o andar en bici, pasando por natación, senderismo, artes marciales, bootcamp, HIIT, golf, pesas, pilates, yoga y más.

En actividad, la aplicación entrega una gran cantidad de datos útiles para el deportista.

Me alegra reportar que todo lo bueno que encontramos en esta materia en otros equipos Fitbit está presente en el Sense. Su medición es precisa, con mucha información durante nuestro recorrido, y con un constante monitoreo de la zona de pulsaciones por minuto en la que estamos mientras nos ejercitamos.

Si sumamos a eso la posibilidad de cargarle música de forma remota, realmente podemos conectarle unos audífonos Bluetooth y salir a ejercitarnos sin teléfono de por medio.

Un par de veces perdí conexión GPS abruptamente. Igual grabó mi trayecto. Se resolvió con una actualización.

Antes de la última actualización que recibí, el reloj tuvo un par de episodios extraños donde perdía la conexión GPS en zonas con cielo absolutamente despejado. Se mantenía así por unos 5 o 6 minutos, para luego retomar la conexión.

La información que entrega cada salida a ejercitarse es muy detallada.

Al revisar los registros de esa salida, curiosamente el reloj mostraba la ruta completa con lujo de detalle, incluso el tramo en que – supuestamente – no tenía señal de GPS.

Los ejercicios son fácilmente compartibles con la App de Salud de iOS, o con Google Fit en Android. También con otras apps como Strava, donde toda la información recopilada por el dispositivo va al registro.

Hay carátulas para todos los gustos en la tienda de apps de Fitbit. This is fine.

El Fitbit Sense hace trotando los seis días de batería prometidos, pero…

Si hay algo que no me agrada de los relojes de salud con más funciones inteligentes es que apenas logran un día y medio a dos días de autonomía. Algo que ni siquiera es posible si a eso le sumamos una rutina de ejercicio de una hora o más de duración. En el caso del Fitbit Sense, que promete una batería de más de 6 días, dudé de lograrlo apenas lo vi.

Pero con el Fitbit Sense llegué a las 6 jornadas prometidas, incluso con un par de horas corriendo entre carga y carga. Esto es simplemente excelente considerando la gran cantidad de funciones que ejecuta de forma constante, incluyendo el uso de GPS.

Sin embargo, hay que hacer algunas salvedades en esto. Primero, no tenemos activo ni la función de electrocardiograma ni la de saturación de oxígeno, por lo que no tengo idea cuánto impactarán en el conteo final de días de autonomía.

Adiós, pinza horrible. Hola imanes.

Por otro lado, para llegar a esa duración de batería no lo usé con la pantalla encendida constantemente. La vez que lo hice, llegué a dos días y medio. El impacto de tener la pantalla constantemente prendida es demasiado grande para mi gusto, pero incluso con esa función activa logra una mejor duración que muchos de sus competidores.

Yo prefiero visitar menos el cargador. Pero cuando toca hacerlo, es tranquilizador que la carga tome casi una hora desde 0 a 100%. Su carga rápida es una adición casi tan buena como la eliminación del odioso cargador basado en un clip, para dar paso a imanes que alinearán los terminales de conexión en la parte interior de nuestro Sense.

Probablemente sea la mejor decisión de diseño que ha tomado Fitbit en años.

El Sense es elegante por donde se le mire.

Fitbit Sense, el veredicto de The Update

¿Quieres un computador o un dispositivo de salud en la muñeca? Lamentablemente aún no existe el accesorio que englobe ambas dimensiones de forma impecable. En el caso del Fitbit Sense, tenemos que tener en cuenta qué es y qué no es.

Este es, antes que cualquier cosa, un aparato que lleva a nuestra pulsera la mayor cantidad de sensores de salud no invasivos que podemos tener hoy por hoy. La cantidad de información que recoge de nosotros, y las conclusiones que saca, le ayuda a informarnos de nuestro estado general de salud basado puramente en datos.

Sí, tiene funciones que lo acercan a un smartwatch, pero más allá de la denominación que Fitbit le da para acercarlo a este segmento, la ejecución de esas tareas no es satisfactoria. Sobre todo cuando el software de la empresa tiene que correr software de terceros, donde dos mundos con falencias se unen para entregar una experiencia poco recomendable.

Y sabiendo sus deficiencias en materia de aplicaciones, sólo me enoja que intenten crear forzosamente un reloj inteligente de algo que no necesita serlo para ser bueno. Creo que sería injusto juzgar al Sense sólo por sus deficiencias en software, porque no es su fuerte y porque no debería ser el foco de la crítica.

Bueno, eso cosas como que Google Assistant no funcione en Chile.

El Fitbit Sense es un aparato que se luce al momento de darnos una visión holística de nuestra salud en múltiples dimensiones de información, incluso algunas que no sabemos bien por qué queremos saberlas, pero ahí están.

Pareado con la oferta de ejercicios guiados y meditación que ofrece la suscripción premium que incluye, tenemos el que quizás sea la segunda mejor relación precio-calidad en dispositivos de esta marca.

¿La mejor? Esa la da el Versa 3, que por bastante menos dinero hace casi lo mismo que el Sense. Al menos hasta que Fitbit se digne a activar las funciones que lo diferencian, incluyendo el saturómetro.

Mi consejo sería que – si realmente quieres un Sense – asumas que estás comprando un equipo que está “en rodaje” y tengas paciencia con las cosas que hoy funcionan imperfefctamente, pues se arreglarán.

La empresa aún tiene mucha tarea pendiente para asegurarse que la experiencia en todo sentido sea fluida, pero incluso a medias le alcanza para ser un reloj que logra sumar características tanto al ecosistema iOS como al de Android, sin comprometerse demasiado con ninguno de ellos.

Suena irónico pero es verdad: Para ser excelente, este reloj sólo necesita tiempo.

Fitbit Sense

Fitbit Sense
81 100 0 1
Es, por lejos, lo mejor que Fitbit ha hecho. Su batería es fantástica, la pantalla y su interfaz son muy convenientes. Las funciones de salud que integra ofrecen una completa mirada a indicadores de salud que te impulsan a estar más atento a tu estado físico. Sin embargo, su software a ratos parece no estar 100% terminado. En ciertos casos incluso se comporta como un prototipo en comparación con sus competidores. Tal como pasó con otros Fitbit, la experiencia de uso del Sense mejorará con las actualizaciones que recibirá.
Es, por lejos, lo mejor que Fitbit ha hecho. Su batería es fantástica, la pantalla y su interfaz son muy convenientes. Las funciones de salud que integra ofrecen una completa mirada a indicadores de salud que te impulsan a estar más atento a tu estado físico. Sin embargo, su software a ratos parece no estar 100% terminado. En ciertos casos incluso se comporta como un prototipo en comparación con sus competidores. Tal como pasó con otros Fitbit, la experiencia de uso del Sense mejorará con las actualizaciones que recibirá.
81/100
Total Score
  • Diseño
    90/100 Excelente
  • Pantalla
    80/100 Muy bueno
  • Batería
    93/100 Excelente
  • Software
    59/100 Esperable

Me gusta

  • Su diseño es excelente, se siente muy premium.
  • Excelente duración de batería que veíamos sólo en la gama Charge.
  • Pantalla de gran calidad.
  • Muchos sensores para mucha información de tu cuerpo.
  • No es invasivo para incitarte a cambiar de hábitos.

Me asusta

  • Su software a veces no responde, no está bien optimizado aún.
  • Las aplicaciones de terceros son desastrosas.
  • El botón háptico a veces no responde.
  • Demasiado parecido al Versa 3 hasta que se activen las funciones que lo diferencian.
Total
0
Shares
Previous Post

Mi Air Charge, la carga inalámbrica de Xiaomi va por el aire

Next Post

Sorteo de libros de enero, ¡los resultados! #UpdateEnero

Related Posts