Es extraño – inexplicable incluso – pero a veces “lo mejor” en el papel no es “lo mejor” para uno. Pasa en la vida, pasa en el trabajo y pasa con los teléfonos móviles, donde las opciones son casi tan amplias como en todo lo demás.
Este era un encuentro que esperaba hace mucho tiempo. Cuando conocí el primer moto razr de esta reencarnación como dispositivo plegable, el teléfono tenía muchas características que lo ponían por debajo de teléfonos equivalentes en precio y – convengamos – las revisiones de medios que lo probaron demostraban que era bastante deficiente en… ehm, en todo.
Sin embargo, era el primer smartphone con pantalla plegable que abrazaba el formato clamshell, y por eso llamaba la atención.
Esa primera versión no la probé, y por eso llegué con más “hambre” a su segunda generación, el moto razr 5G. Un smartphone que retoma el formato almeja con un nombre que tiene la responsabilidad de continuar la larga herencia de los equipos más icónicos de Motorola en las últimas décadas. Sin presiones, Moto.
Esta es mi experiencia con un equipo que encarna en propiedad la frase con la que abro este texto.

Especificaciones Técnicas del Motorola razr 5G
PANTALLA | Principal: 6,2” pOLED plegable 876 x 2.142 px, 373 ppp Externa: 2,7” gOLED 800 x 600 px, 370 ppp |
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SoC | Snapdragon 756G |
RAM | 8 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 256 GB |
CÁMARA FRONTAL | 20 MP Quad Pixel, f/2.2 |
CÁMARA TRASERA | 48 MP Quad Pixel, f/1.7, Estabilizador óptico Autofoco láser (TOF) |
BATERÍA | 2.800 mAh Cargador 15W Turbo Power |
SISTEMA OPERATIVO | Android 10 Personalizado con My UX |
DIMENSIONES Y PESO | Abierto: 72,6 x 169,2 x 7,9 mm Plegado: 72,6 x 91,7 x 16 mm 192 g |
OTROS | Adaptador USB-C a 3,5 mm, USB-C 3.1, 4 micrófonos, lector de huellas trasero, empaque reutilizable |
El clamshell más estilizado del mercado por lejos
No hay mucha competencia en este apartado, y la verdad es que tampoco existe demasiada discusión: El moto razr 5G es un equipo en extremo elegante, que le saca partido a ese ADN que hereda del razr original – el de 2004 – y lo trae al presente, luciendo así la pantalla flexible que guarda en su interior.
El razr 5G está hecho de aluminio endurecido y cristal templado, lo que le otorga un look premium, pero principalmente una sensación al tacto muy agradable tanto al estar plegado como desplegado.
¿Resbaloso? Sí, incluso sobre la mesa tiende a desplazarse solo. Durante el tiempo que lo usé pude notar dos líneas muy poco profundas en su cuerpo que se hicieron sólo con uso de bolsillo.

El equipo no trae una funda ni alguna clase de protector, por lo que estás forzado a usarlo “desnudo”. Como podrás imaginar, las huellas digitales quedan marcadas de inmediato al tomarlo. La ventaja de este formato es que, al guardarlo en el bolsillo, el roce de la tela lo limpiará de inmediato y hará que no sea tan dramático el efecto de la grasa de tus dedos sobre el equipo.
No así en su interior, donde la pantalla se quedará con cada molécula de sebo que tu cara genere. Hay que tener cuidado al limpiarla, pues es plástica y – por eso – susceptible a rayas.

Sus 192 gramos de peso se sienten mucho más densos al estar plegado, puesto que su masa se concentra más sobre la palma de nuestra mano. Abierto no es más delgado que un iPhone 12, y tiene un mentón en su parte inferior que hereda del fuerte ADN que el razr original tenía.

Su parte trasera tiene el famoso emblema de Motorola encapsulado en un circulo. En él encontrarás su lector de huella digital que – honestamente – es difícil de operar en esa ubicación. Es una poco sutil invitación a usar el reconocimiento facial o el patrón como protección de tu equipo.
También en su exterior encontrarás la cámara y una pantalla de 2.7″. Podrá parecer pequeña, pero créeme que resulta muy útil para usar algunas funciones del equipo ahorrándote varias aperturas del mismo cada día. En un equipo plegable donde la bisagra es crucial, restarle stress a esa pieza móvil puede ayudar a su longevidad, y a la de la pantalla interior también.

Por dentro, al desplegarlo, encontraremos una pantalla de 6.2″ con recubrimiento plástico que – a todas luces – parece ser muy sensible a potenciales rayas, uñas largas y cualquier cosa que pueda quedar atrapada en ese pequeño espacio que queda al plegarlo. Además, la pantalla en si misma es una parte móvil del equipo pues se retrae ligeramente al plegarlo.

Esa pantalla es exactamente la misma que vimos en el razr de anterior generación, pero su bisagra fue mejorada para no repetir el chasco que el modelo anterior tuvo en una prueba de Cnet, en donde falló catastróficamente mucho antes de la supuesta vida útil que debía tener.
Por supuesto, como todo plegable muestra bultos e irregularidades en la superficie de la pantalla a raíz del pliegue.

Las pantallas del razr 5G fueron bien pensadas
Motorola no inventó nada cuando pensó en las pantallas que tendrían sus plegables. Tanto el primer como el segundo razr siguen la misma guía dejada por el razr original; y, por qué no decirlo, todos los clamshell de la misma época. Pantalla mediana afuera y pantalla grande adentro.
Afuera encontramos una pantalla de 2.7″ que Motorola denomina “Quick View”, y que se vuelve fundamental para la experiencia de uso de este equipo. Con ella podrás hacer algo más que mirar quién te llama, pues permite interactuar con las notificaciones que recibas, tomarte buenas selfies con la cámara principal, ver mapas, usar juegos y aplicaciones como YouTube, e incluso a una pequeña selección de aplicaciones que se adaptan a ese pequeño espacio.
Sí, corren en 800 x 600, y probablemente resulte poco conveniente intentar navegar en internet desde ella, pero no está hecha para eso. Está pensada para ofrecer una alternativa para que hagas tus cosas sin abrir el teléfono. Incluso ofrece un teclado que funciona perfectamente con una sola mano.

Puede parecer una obviedad, pero la idea de una pantalla externa realmente útil es brillante. Principalmente porque la micropantalla del tamaño de una uña que tiene el Galaxy Z Flip te obliga a desplegar el equipo constantemente, o a usar un reloj inteligente que te muestre lo que ocurre en el equipo, probablemente para abrirlo igualmente.
Hablando de brillo, esa pequeña pantalla gOLED – Glass OLED – cumple con el brillo requerido para ser usada a todo sol. Se ve bien, pero deja deseando un poco más cuando estamos en exteriores, aunque nada que no se resuelva girándonos un poco.

Cuando hablamos de su pantalla interior, el Motorola razr 5G tiene un panel pOLED – Plastic OLED – de 6.2″ que continúa la tendencia de hacer equipos cada vez más altos. No me molesta para nada, excepto para ver ciertos contenidos como videos de YouTube, o juegos, donde los bordes negros a los costados me hacen pensar en lo mucho de pantalla que no estoy usando.

Siendo una pantalla OLED, uno esperaría que sus colores fueran vibrantes y sus negros casi totales. Quiero culpar al plástico que la recubre y su captación de grasa de la cara por esto, pero incluso teniendo un buen brillo y contraste, al usarlo en exteriores no luce su potencial.
Recuerda, es un plegable, y es un poco injusto compararlo con OLED de equipos no plegables.

Además, al usarlo al aire libre será muy sencillo ver las ya clásicas “arruguitas” en la parte central de la pantalla. Es difícil no mirarlas todo el tiempo una vez que las encuentras.

Verás también notorios bordes alrededor de la pantalla que no sólo sirven de protección, sino también de sujeción para que se pueda plegar y desplegar de mejor manera. Procura no usarlo en ambientes polvosos o llenos de tierra y resistirá bien el paso del tiempo.
Tanto abierto como cerrado, las pantallas del razr son cómodas de maniobrar y muy buenas para teclear en ellas. Sólo tienes esa sensación rara de volver a pulsar sobre plástico, que evidentemente no resiste lo mismo que una con Gorilla Glass recubriéndola. Ajusta tu fuerza al pulsar, córtate las uñas y todo andará bien.

Rendimiento y autonomía del Motorola razr 5G, ¿más lento se llega más lejos?
Al estar movido por un Snapdragon 756G y 8GB de RAM, el razr 5G no ofrece el mismo performance que equipos basados en Snapdragon 865 como el Galaxy Z Flip. La diferencia en benchmarks puede llegar hasta un 12,3% entre ambas plataformas.
Pero créeme, para la gran mayoría de las tareas que diariamente haces con un smartphone, esa diferencia es muy poco notoria, si es que no imperceptible. La navegación web, el uso de juegos y casi cualquier tarea será bien manejada por el razr.
Eso sí, es importante considerar que una tarea demandante se notará en el calor que genera el equipo, algo que a poco andar también impactará el rendimiento al ralentizar el sistema y la autonomía al consumir más rápidamente tu batería. Cuesta mucho llegar a ese límite, pero un par de veces estuve ahí.

Este SoC también ofrece velocidades 4G algo más lentas que las de un tope de línea, pero considerando la calidad del servicio que los operadores locales ofrecen, tampoco lo notarás.
Como contraparte, esa falta de poder se traduce en una mayor autonomía, estrujando al máximo los 2800 mAh que tiene su batería. Usándolo como equipo primario, conectado a 4G, con mucho consumo de video, navegación, Spotify emparejado con audífonos Bluetooth, mapas, y uso de correo electrónico, una carga completa del razr me permitía partir el día a las 8:00 AM y necesitar una recarga a eso de las 8:30 PM en días movidos.
No nos olvidemos que este equipo tiene dos pantallas que alimentar, y que el uso de la pantalla auxiliar ayuda a reducir el de la principal. Eso también ayuda a estirar un poco la autonomía.
El equipo tiene un sistema de carga rápida que, a esta altura, debería ser considerada casi el nuevo “normal”. Trae un cargador de 15W que ayuda a conseguir hasta 43% de batería en media hora. Ya sabes, eso en caso de recarga urgente, pero no es nada demasiado avanzado.
No es compatible con cargadores inalámbricos, y la verdad es que tampoco lo extrañé.

Cámara sorprendentemente buena, para ser de Motorola
Debo ser honesto: cuando me preguntan por un celular con buena cámara, rara vez me he visto mencionar entre ellos a un Motorola. Por lo general los registros de foto y video que consigues con uno palidecen en comparación con los resultados que muchos smartphones en la misma categoría de productos ofrecen.
Pero en el caso del razr 5G la sorpresa fue notable a ratos. La cámara exterior – la principal – tiene 48MP, aunque sus fotos son de 12MP pues utiliza tecnología Quad Pixel para mejorar la fotografía resultante. Toma 4 pixeles, los une y crea un pixel en esteroides que ayuda a tener mejor color, más detalles, y más brillo y contraste.
El resultado es muy bueno en condiciones de buena luz, con colores que no son sobresaturados, gran detalle y buena definición si no usamos zoom.
Aunque Motorola optó por repetir la fórmula que vimos en el primer razr plegable y montar sólo una cámara principal, la apuesta parece haber resultado. La optimización de software en esta cámara le permite presumir de buenos resultados casi a toda hora del día.
Y digo casi, porque de noche le cuesta más de lo que debería a un equipo de su precio, o incluso de la mitad de su precio.
Con luz irregular, o en oscuridad, es inconsistente. A veces toma fotos muy buenas, y otras simplemente se llena de grano y pierde definición. El modo noche ayuda a resolver estos problemas, pero ten en cuenta que sirve sólo si tienes tiempo para componer la foto y aguantar la escena unos segundos.
Su zoom es digital, y tomar fotos o videos usándolo al máximo simplemente no es recomendable… como con casi cualquier otro teléfono.
No soy muy fan del telefoto, por lo que sólo extrañé el ultra gran angular, lente que se ha vuelto parte de mi rutina fotográfica de usuario casual por lo interesante que resulta. Sólo en ese momento sacaba el iPhone para tomar alguna imagen específica.

La cámara interior – frontal, para todos los efectos prácticos – es de 20MP. También usa Quad Pixel para mejorar las fotos, así que los resultados con ella serán de 5MP. Honestamente, si quieres una selfie, tómatela con el teléfono cerrado usando la cámara principal. Su pantalla exterior sirve para encuadrar.
Video en el Motorola razr 5G
En términos de video, es súper importante entender que – para ser un gama media-alta en un formato exótico – el razr cumple bien con lo que se puede esperar de él. Nuevamente, su zoom digital hace que las imágenes sean inutilizables, y pone al equipo en una situación compleja a la hora de juzgar los niveles automáticos de brillo y contraste.
La cámara frontal no es ninguna maravilla. Tiene un pobre manejo de colores, brillo y contraste, y parece haber sido pensada para videoconferencias más que para fotografía o video con ella. En la prueba vemos cómo cambiando las condiciones de brillo sobre el sujeto, el teléfono lo pasa mal intentando ajustarse. Tampoco hay autofoco ni estabilización.
Su cámara principal es la única que realmente vale la pena cuando quieras hacer registros, y la estabilización electrónica que tiene le otorga suavidad en videos en movimiento. Nada para volverse loco, pero además el audio que logramos es claro, profundo y de muy buena calidad
De noche ni hablar. La calidad, los colores y la definición se pierden totalmente, y el autofoco se vuelve loco intentando enfocar el horizonte. Por lo que no es recomendable usarlo para grabaciones en poca luz.
Es durante este tipo de uso que uno se cuestiona más fuertemente si el precio cobrado se condice con el producto recibido.

Sonido de gran calidad, aunque su altavoz quizás sea demasiado intenso
Más de alguna vez asusté a alguien mientras usaba el razr en un ambiente cerrado. El altavoz, sumado al ringtone de “Hello Moto” desnudan que quizás Motorola le puso demasiado amor a esa pieza del teléfono. Normalmente me quejaría si sonara muy despacio, pero en este caso suena muy fuerte. Y no es una queja, sino una observación.
Quizás lo hicieron para compensar lo fácil que resulta tapar los orificios del altavoz con la mano. Su ubicación nos obliga a tomar las precauciones del caso si queremos ver contenido en ella sin audífonos Bluetooth.

A nivel de calidad de sonido, el razr 5G ofrece un desempeño más que correcto. Se entiende perfecto con todos mis auriculares Bluetooth, y tuve prácticamente cero problemas de latencia entre imagen y audio cuando lo usé con cualquiera de ellos.

Pero además del adaptador USB-C a 3.5mm que integra, su caja plástica guarda un pequeño secreto: También es un dock que sostiene el equipo vertical y amplifica el sonido que proviene desde el altavoz, todo para darle mayor volumen sin tener que conectarle nada. Sólo un buen diseño y un poco de física hacen la magia.
En un momento en que los fabricantes hacen grandes declaraciones pro-medioambiente sacando el cargador y achicando sus empaques, Motorola tomó un camino que – a mi gusto – no sólo es más sincero, sino además muy útil para el usuario y para el medio ambiente al no entregarnos un empaque descartable. El camino así es.

Motorola razr 5G, el veredicto de The Update
Al principio de este review decía una frase que define totalmente a este teléfono.
Hay que ser claros: no es el mejor plegable si se trata de analizar desde las características técnicas. Hay al menos uno en su mismo formato, el Galaxy Z Flip de Samsung, que tiene mejor procesador, mejor pantalla que además es más grande, cámara trasera doble de mejor calidad y mayor versatilidad, e incluso colores más “modernos”.
Tampoco está tan lejos en precio del Galaxy Z Fold2, que hoy es el estándar más alto en equipos plegables, aunque en un formato distinto.

Si lo queremos ver desde el aspecto de actualizaciones, los equipos de Samsung ya se están actualizando antes que el de Motorola, por lo que si es relevante para ti estar en la última versión de Android, ya sabes para dónde deberías ir.
Incluso puedo decirte que la batería más grande del equipo de la surcoreana es augurio de más duración de batería en las mismas condiciones que el Moto. La diferencia en mAh es bastante como para que sea de otra forma. Por si fuera poco, el Samsung es más barato.
Cualquiera que se guiara por la cartilla de especificaciones, o que ponga en el papel los beneficios potenciales, debería ir corriendo por un Samsung en desmedro del Motorola sin siquiera pensarlo demasiado. Las ventajas son obvias.
Sin embargo, por motivos difíciles de explicar, yo prefiero el Motorola.

No, la verdad es que no son tan difíciles de explicar realmente. Se trata de una reacción visceral y totalmente apegada a pequeños detalles que hacen del razr un equipo que se siente más maduro, mejor diseñado, e incluso más bonito si se quiere. Todo eso entra dentro del campo de la interpretación, y como tal responde a un criterio muy personal.
Verás… de partida, la marca razr ya despierta un recuerdo que inevitablemente me lleva al hermoso equipo de 2005, y lo suma a todo lo que debió ser ese delgadísimo modelo de 2011 que – quizás – nunca debió llevar la marca. El nuevo equipo rescata ese glorioso diseño icónico y lo actualiza a su mejor versión.

Luego están sus componentes, los que están por debajo de los de su competencia, pero igualmente ofrecen una excelente experiencia de uso. Y encima de todo está el precio, que lo pone como el clamshell de pantalla plegable más caro sin mérito alguno desde lo anteriormente mencionado.
Pero valoro mucho una pantalla externa que realmenta permite usarlo sin necesidad de abrirlo a cada rato, o una cámara simple que funciona bien en casi todos los casos más necesarios, y la verdad es que nunca tuve mayores problemas con su autonomía o su rendimiento.
Y por último está su herencia.

Este equipo está parado sobre hombros de gigantes como el RAZR original, o el increíble StarTAC. Esos son dos equipos que adoro, que tengo y que incluso aún uso algunos días. El nuevo razr 5G me transporta inmediatamente a ese momento en la historia de una industria que hoy vuelve a estar abierta al cambio, a atreverse con formatos más atrevidos, y a mirar al pasado para crear su futuro.
Pero estamos en 2021, no 2004, y – más allá de mi poco objetiva argumentación – no basta con que se vea bien. Si no pensamos demasiado en lo que tiene – y principalmente en lo que no tiene – dentro, el equipo funciona bien, se ve bien y cumple con todo lo que esperaríamos de un plegable de esta categoría.

Aún así, no podemos escapar a lo obvio: es caro, ofrece menos rendimiento y versatilidad que su competencia en su segmento, y a todas luces es la peor opción en relación precio-valor entre los plegables de hoy en día. Aún así, ahí va el razr 5G, el clamshell que yo preferiría usar ahora mismo.
Es una decisión totalmente antinatura, incluso contradictoria con mis decisiones en otras categorías, pero por la experiencia de uso que ofrece el razr al segmento plegable estoy dispuesto a dejar ciertas cosas sobre la mesa. Cosas importantes, de esas que jamás le dejaría pasar a otros teléfonos de formato convencional.
Sólo no apeles más sólo a la nostalgia, Motorola. Te aseguro que el próximo razr no aguanta pagar lo que pides si haces ese mismo truco tres veces. Hoy puedes conseguir muy buenos teléfonos por ese precio – e incluso mucho más barato – pero a veces sólo el corazón sabe por qué quiere lo que quiere.
Motorola razr 5G
Motorola razr 5G-
Diseño85/100 Excelente
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Pantalla83/100 Muy bueno
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Rendimiento73/100 Bueno
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Cámara64/100 Esperable
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Sistema Operativo85/100 Excelente
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Batería74/100 Bueno
Me gusta
- Es el plegable mejor diseñado de su generación, punto
- Muy cool
- Se siente muy premium
- Pantalla exterior pensada para humanos, no para hormigas
- Listo para 5G
Me asusta
- Estúpidamente caro
- Especificaciones más discretas que su competencia directa
- Su única cámara es demasiado inconsistente para su precio
- No tiene ninguna resistencia a polvo o líquido
- La pantalla interior es frágil y muy susceptible a rayarse