La pandemia de covid-19 sigue sin mucho control en todo el mundo, exigiendo al máximo a muchos trabajadores que siempre fueron esenciales y a muchos que — lamentablemente — pasan bajo el radar de muchas personas y empresas, pero que son tanto o más importantes de lo que eran antes de esta crisis.
Entre ellos están los moderadores de contenido de distintas plataformas digitales, los que han visto cómo más y más gente se ha unido a ellas, justo en momentos en que el mundo entero está volcándose a redes sociales para mantener contacto, informarse de las numerosas situaciones que hemos vivido en 2020, y pelear con desconocidos sobre temas que a nadie le importan.
Y en este caso son los de Facebook los que han dicho “no más”.
En una carta abierta firmada por más de 200 trabajadores a nivel mundial — y muchos más que apoyan de forma anónima para evitar represalias — exigen a Facebook que los trate como empleados, no como prestadores externos de servicios.
Idealmente, que implemente su equipo de moderación como un equipo interno, y no contratado a través de terceros que proveen el servicio como ahora.
Facebook implantó en marzo la opción de trabajo remoto para sus trabajadores. En su momento, Mark Zuckerberg — CEO de la empresa — aseguró que esta situación se mantendría hasta cuando fuese seguro volver.
Eso parece haber sido en octubre a los ojos de Zuck, momento en que la empresa comenzó a exigir a sus moderadores de contenido que volvieran a sus puestos físicos. En ese momento comenzaron los contagios al interior de los distintos equipos de moderación en distintos lugares del mundo… primero Estados Unidos, y luego Irlanda, Alemania, y Polonia registraron casos en sus unidades.
El petitorio de los empleados: sentido común
En su carta los trabajadores piden que aquellos que tienen condiciones agravantes, o que viven con personas que pueden generar cuadros riesgosos, sean autorizados a seguir haciendo su trabajo en casa, tal como lo hicieron durante gran parte de este año.
Además solicitan un aumento del sueldo para los trabajadores que trabajan en sus oficinas bajo la lógica de ser un “trabajo de alto riesgo”. El tramo solicitado es 1.5 veces más de ganancias líquidas en relación a su sueldo actual.
Añaden al petitorio algo que suena en extremo sensato: garantías de cuidado a su salud mental.
Siendo ellos la primera línea de acción frente a los contenidos más perturbadores que puedan subir los usuarios a la red social, exigen que los tratamientos psicológicos que reciben como acompañamiento sean “a lo menos” iguales a los que los contratados por la empresa reciben entre sus beneficios.
Son muchos los testimonios en internet de atrocidades con las que los moderadores tienen que trabajar, muchas veces teniendo que analizar escenas explícitas de desmembramientos, asesinatos, delitos sexuales, denigración de personas y autolesiones; pero también desinformación, noticias falsas, y tantas otras, las que provocan inevitablemente un estado de precariedad en su salud mental.
Los empleados aseguran que han tocado muchas puertas sobre esto último, pero a nadie le importa.
Y si bien coinciden en que existen ciertos contenidos de carácter criminal que deben ser manejados desde la oficina, eso no implica que toda moderación deba ser manejada desde ahí.
La inteligencia artificial aún no puede reemplazarlos
La carta califica el trabajo de moderación de contenidos como uno de los más brutales dentro de la organización, y además primordial pues ayuda a mantener la civilidad en este espacio, intentando crear un lugar seguro en el que la gente se sienta a gusto, vuelva y pueda generar datos valiosos para el modelo de negocios de la compañía.
Facebook intentó en su momento entrenar inteligencia artificial para realizar este trabajo, pero sistemáticamente ha fracasasado en este proceso. La máquina discriminaba temas que no debía, y dejaba pasar otros que sólo le daban más visibilidad a contenidos prohibidos.
La carta de los contratistas está patrocinada por un estudio de abogados que les representa, y se hace pública tras la negativa de la compañía a acceder a estas peticiones. Otros que se negaron fueron las empresas que proveen de este servicio a Facebook, Accenture y CPL.
Hacer público el petitorio apunta a presionar para mejorar las condiciones de trabajo de — al menos — 35.000 personas que en todo el mundo desempeñan esta labor.
