A pocos días de la convención de Qualcomm donde presentará los SoC Snapdragon que le darán vida a muchos equipos Android de gama alta, un par de benchmarks se dejaron ver. Los resultados de estas pruebas – si se condicen con la realidad – prometen buenas noticias, al menos para los que apostaron por estos chips.
El paseo de los Snapdragon 875 y Snapdragon 775G por AnTuTu dejaron como registros un par de récords. El primero marcó 740.000 puntos, mientras que el segundo llegó a 530.000 puntos en esta plataforma de pruebas.
Esto dice que los próximos gama alta serán al menos 25% más potentes que los basados en su antecesor, el Snanpdragon 865+.
¿Qué significa esto en comparación con los otros SoC de gama alta en la industria? Bueno, hay un dato que no es menor, y es que – al menos en AnTuTu – el Snapdragon 875 rankea muchísimo mejor que el A14 Bionic, el corazón de los nuevos iPhone 12 recientemente lanzados por Apple.
¿Cómo quedaría el nuevo Snapdragon en la guerra de SoC?
Según mediciones consignadas por ComputerHoy, el A14 Bionic marca 564.899 puntos en la misma plataforma de pruebas, lo que le pone un 31% por detrás de la prueba filtrada del Snapdragon 875.
Ya no recuerdo la cantidad de años en que Apple viene declarando que sus SoC son más potentes que cualquiera en el mundo móvil, pero con estas mediciones quizás veamos a un nuevo campeón en lo que a potencia bruta se refiere.
Eso sí, en otra app para pruebas – GeekBench – la prueba favorece a Apple, marcando un 29% de mejor rendimiento por núcleo, y 11% mejor en modo multinúcleo.
Samsung no se queda en los laureles en esta batalla, y estamos a la espera de las primeras pruebas comprobables de sus próximos SoC, Exynos 2100. Las primeras filtraciones advierten que podría incluso ser más potente que el Snapdragon 875, según recoge NotebookCheck.
Definitivamente la guerra de los SoC en 2021 será muy interesante, y la optimización que cada fabricante pueda hacer será fundamental para coronar a uno de estos tres como el rey de la potencia.
Pero también recuerda que, si bien los benchmarks son relevantes, estas son pruebas sintéticas que no necesariamente se traducen en mejor o peor rendimiento notorio en situaciones del día a día. Ya veremos lo que nos trae el próximo año en esta materia.
