Tras restaurarle su acceso después de banearlo por 12 horas tras el ataque al Capitolio, Donald Trump fue permanentemente vetado de su red social preferida: Twitter.
“Después de una revisión detallada de los recientes tweets de la cuenta de @realDonaldTrump y el contexto alrededor de ella hemos suspendido permanentemente la cuenta debido al riesgo de incitación a la violencia”, señaló Twitter en una declaración en su Blog, además de un tweet desde su cuenta de seguridad.
Internamente no fueron pocos los que presionaron en la empresa para que esto se diera. Esta tarde más de 300 empleados de la compañía firmaron una petición exigiendo que Donald Trump fuera vetado de la plataforma de forma permanente.
Esto no fue lo único, sino también en reacción – principalmente – a su Tweet sobre la no asistencia al cambio de mando. Al confirmar que no sería él quien entregara el poder Joe Biden, Twitter consideró que seguía transmitiendo negación a los resultados de la votación.
El texto siguiente es parte del mensaje con que Twitter justificó su decisión de este viernes.
“La declaración del presidente Trump de que no asistirá a la toma de posesión está siendo recibida por varios de sus partidarios como una confirmación más de que la elección no fue legítima y se ve como él desautoriza su afirmación anterior hecha a través de dos tweets (1, 2) por su adjunto. El jefe de personal, Dan Scavino, dijo que habría una “transición ordenada” el 20 de enero.
El segundo Tweet también puede servir como estímulo para aquellos que potencialmente estén considerando actos violentos de que la Inauguración sería un objetivo “seguro”, ya que él no asistirá.
El uso de las palabras “patriotas estadounidenses” para describir a algunos de sus partidarios también se interpreta como apoyo a quienes cometen actos violentos en el Capitolio de Estados Unidos.
La mención de que sus seguidores tienen una “VOZ GIGANTE en el futuro” y que “¡¡¡No serán irrespetados ni tratados injustamente de ninguna manera, forma o forma !!!” se interpreta como una indicación más de que el presidente Trump no planea facilitar una “transición ordenada” y, en cambio, planea continuar apoyando, empoderando y protegiendo a quienes creen que ganó las elecciones.
Los planes para futuras protestas armadas ya han comenzado a proliferar dentro y fuera de Twitter, incluido un ataque secundario propuesto contra el Capitolio de los Estados Unidos y los edificios del capitolio estatal el 17 de enero de 2021.”
O sea, Twitter siempre pudo vetar a Trump… ¿no?
Twitter se había negado rotundamente a tomar acción contra los mensajes de odio que Donald Trump enviaba a través de esta plataforma. Incluso, para enfrentar estas críticas, definió que esta era una cuenta “de interés público”. Por eso no haría cambios en su estatus hasta que saliera del poder.
Esto se consideró como una carta blanca a la distribución de mentiras, noticias falsas y conspiraciones dirigidas a su base de seguidores más dura. La misma que llegó convocada vía Twitter a un mitin en Washington el 6 de enero del 2021. Eso derivó en el ataque de miles de personas al Capitolio para presionar a quienes debían ratificar la victoria de Joe Biden.
“Dejamos claro años atrás que estas cuentas (de interés público) no están sobre nuestras reglas completamente y no pueden usar Twitter para incitar violencia, entre otras cosas”, señaló Twitter este viernes.
Ante la decisión de este viernes, y leyendo las razones, se confirma un secreto a voces: Twitter siempre pudo hacerlo y decidió voluntariamente no hacerlo. ¿Por qué?
Los más críticos a esta reacción aseguran que todo esto se pudo hacer después de la confirmación que los Demócratas tendrían la mayoría en el senado estadounidense. Esto transfiere la mayoría desde el partido oficialista – republicano – que sustenta el poder de Trump. El senado es el mismo organismo que hoy lucha por regular a las tecnológicas.
Numerosas compañías de redes sociales y tecnológicas tomaron acción contra las cuentas de Donald Trump en los últimos días tras el ataque. Facebook, Instagram, TikTok, Twitch y YouTube eliminaron contenidos y restringieron acceso al presidente a sus cuentas personales anteriormente.
