Al distinguido cuerpo médico y químico farmacéutico, YouTube ha anunciado el despliegue de un pequeño cambio que les permitirá mostrar fácilmente que los videos con información de salud en sus canales provienen de profesionales médicos confiables.
Los profesionales elegidos en una primera etapa para dar forma a este plan son doctores, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas de familia y de matrimonios.
YouTube no sólo les exigirá sus credenciales de estudios, sino que además tendrán que seguir guías y criterios entregados por distintas organizaciones, incluyendo la Organización Mundial de la Salud y la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Estas cuentas serán auditadas periódicamente para saber que los mensajes que entregan son correctos y no aprovechan esta certificación para dar información médica falsa o negligente. El criterio será el de entregar información basada en la ciencia, objetiva, transparente y accesible equitativamente.
Tras Google, YouTube – también una subsidiaria de Alphabet – es el segundo buscador más usado por personas para poder encontrar datos relevantes para su vida. Esto incluye datos de salud, lo que ha hecho que estas plataformas sean caldo de cultivo para desinformación. Algo que vimos de forma más patente durante las cuarentenas a causa del Covid-19, pero que ha ocurrido históricamente en múltiples materias.
¿Será esta la solución para este problema? Quizás no, pero es un avance hacia el control del surgimiento de información falsa sobre algo tan crítico como nuestra salud.
