Algunos fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla, Rivian, Lucid Motors, Lordstown y Volta, sumados a proveedores de infraestructuras habilitantes como Enel X, ABB, ConEdison, Siemens, PG&E Corp y compañías de transporte como Uber son parte de los primeros asociados de la Zero Emmision Transportation Association (ZETA), un nuevo grupo de lobby de la electromovilidad en Estados Unidos.
Uno de los primeros objetivos de esta agrupación es conseguir que en el país se vendan sólo autos eléctricos de acá a 2030. La idea no es forzar una regulación agresiva que bloquee los autos a combustión, sino crear instancias para que más y más personas puedan beneficiarse de las franquicias tributarias, e impulsar políticas públicas asociadas a la compra de eléctricos.
Del mismo modo, ZETA va a impulsar un ambicioso plan de infraestructura para que los estados que tienen menos opciones para recarga puedan adoptarlas y ofrecerlas a sus ciudadanos. Por supuesto, más y mejores estaciones de recarga son parte de este proyecto.
Con Donald Trump de salida desde la Casa Blanca a inicios de 2021, esta gremial tendrá mejores opciones de empujar su agenda durante la gestión de Joe Biden, la que también considera que cada vehículo que use el gobierno, los estados y sus oficinas dependientes sean eléctricos a la brevedad.
Impulsado por actores “secundarios” de la industria automotriz, ZETA es el primer gran ataque desde el punto de vista regulatorio a aquellos fabricantes más convencionales, los que manejan su lobby de forma particular.
De todas formas, algunos de los “grandes” están agrupados en una gremial que aboga por la innovación en el campo automotriz, pero no necesariamente buscan que el futuro sea eléctrico 100%. ZETA viene a ponerles presión también.
¿Cómo es la situación de los vehículos eléctricos en tu ciudad?
