Es claro que – entre todo lo que trajo esta pandemia — quienes hemos podido hacer teletrabajo logramos mantener cierto nivel de normalidad, al menos a nivel de ingresos. Un privilegio del que no todos pueden disfrutar, porque definitivamente existen trabajos que requieren presencia física.
Muchos de esos trabajos se detuvieron, y existe una posibilidad de que algunos de ellos simplemente no vuelvan más. Otros son precarios o de muy bajo sueldo, y lamentablemente no tienen otra opción que seguir trabajando.
Inspirado en esto es que el Deutsche Bank ha propuesto generar un impuesto al teletrabajo, el que gravaría el 5% del sueldo de quienes pueden trabajar desde el hogar, esto para crear un fondo común que subsidie directamente a los trabajadores de sueldos bajos que tienen que ir a trabajar.
Alemania podría captar hasta $49.000 millones de dólares por este gravamen.
Los independientes no, bajos sueldos tampoco
¿Quién tendría que pagar este impuesto? Básicamente son todos aquellos trabajadores que tienen un lugar físico para trabajar en una oficina, por lo que deja de lado a todos los trabajadores independientes y a los empleados con sueldos más bajos.
“Trabajar desde casas será parte de la ‘nueva normalidad’ incluso después que la pandemia haya pasado. Creemos que los trabajadores remotos deben pagar un impuesto por el privilegio“, asegura Jim Reid, estratega de investigación en Deutsche Bank.
Los investigadores tras este estudio aseguran que no existiría un gran impacto para las finanzas de estos trabajadores afectos al impuesto, pues en estos periodos ellos ahorrarían más en desplazamientos, comida, ropa y otros costos asociados a su movilidad cotidiana.
