Una curiosa escena fue captada este fin de semana por transeúntes en San Francisco, esto al grabar cuando una patrulla de policía intentaba detener a un auto autónomo de la flota de Cruise.
Policías de la ciudad detuvieron a un vehículo de la empresa que fue sorprendido circulando de noche sin sus luces encendidas. En ese momento, al notar que el auto no tenía ninguna persona adentro, el oficial intentó abrir la puerta del conductor para tomar el control del auto, pero no pudo hacerlo porque estaba totalmente cerrado.
Tras dejar de intentarlo, el sorprendido policía comenzó a rodear el vehículo para ver alguna opción de ingresar a él. En ese momento, el piloto automático del auto decidió que podía comenzar a avanzar nuevamente, en una maniobra que hizo que muchos creyéramos que iniciaba así la persecución policiaca más distópica de la historia reciente.
Sin embargo, la Inteligencia Artificial resultó ser bastante más sensata que eso. El vehículo avanzó unos metros, puso las luces de peligro y se detuvo en un lugar seguro para permitirle al policía maniobrar sin interrumpir el tráfico de la calle donde estaba llevándose a cabo el procedimiento.
En ese momento los policías se subieron a su patrulla, para así instalarse detrás del auto y volver a bajarse, ya en un lugar menos riesgoso.
Desde Cruise aseguraron que este comportamiento del vehículo está creado como parte del protocolo de seguridad que han implantado en ellos.
Un portavoz aseguró que “un oficial contactó a personal de Cruise y no se generó ninguna citación al tribunal.” El ejecutivo además confirmó que existe un trabajo conjunto con el departamento de policía para que sepan cómo interactuar con los autos en caso de ser necesario.
“Tenemos un número telefónico dedicado al que nos llaman en situaciones como estas“, aseguró.
Este servicio, de propiedad de General Motors, abrió hace un par de meses una lista de espera pública para que cualquier persona en la ciudad pueda optar a viajar en alguno de los Chevrolet Bolt que han desplegado. Cruise opera en la ciudad desde 2017, pero sólo había transportado a sus empleados, por lo que la apertura de estos autos al público general ha despertado gran interés.
Aún no se sabe qué pasó con este auto en particular, y por qué no tenía las luces encendidas al momento de circular por la calle. Igual no es tan necesario, puesto que entre los radares y sensores LiDAR que utiliza para identificar su camino y riesgos en su entorno, puede desplazarse sin mayores problemas incluso a oscuras. Pero sin luces es un riesgo para otros usuarios de la calle.
Por lo pronto, ese policía tendrá una buena historia para contar a sus colegas. El futuro es extraño y confuso a veces.
