Una divertida situación ocurrió en una audiencia judicial en Texas. En ella el abogado Rod Ponton se unió a la sesión vía Zoom sin percatarse de tener activo un filtro que hacía que su cara fuera reemplazada por la de un tierno gatito.
La curiosa escena, que dura alrededor de 43 segundos, muestra no sólo la sorpresa de Ponton al darse cuenta de su situación, sino además de la gran reacción que los demás asistentes a la sesión tuvieron.
El juez le indicó al abogato abogado que “aparentemente estaba usando un filtro”, mientras que el felino virtual copiaba perfectamente los gestos de la complicada cara de su interlocutor, quien pidió asistencia para poder desactivarlo finalmente.
“Estoy en vivo acá. No soy un gato”, señaló Ponton ante la imposibilidad de desactivar el filtro. “Puedo ver eso”, le respondió el juez, quien hacía lo posible para ayudarle a desactivar el filtro.
Ponton comentó que la computadora era de su secretaria, y que – tras apagar el filtro – la audiencia se pudo desarrollar con normalidad.
Posterior a la audiencia, la secuencia fue viralizada rápidamente. Ante la consulta sobre la situación, Ron Ponton aseguró a AP que “siempre quise ser famoso por ser un gran abogado. Ahora soy famoso por declarar ante la corte como un gato”.
Las videoconferencias, caldo de cultivo viral
Esta no es la primera, ni será la última secuencia viralizada derivada de una videollamada. Zoom, Teams, Skype, Facetime y Duo han sido las herramientas hacia las que hemos girado para cerrar brechas físicas de reunión provocadas por la pandemia de Covid-19 que vivimos.
Esto ha obligado a millones de personas a aprender la forma de hacerlas para mantenerse conectados con su mundo, pero la poca familiaridad con la plataforma ha dado pie a numerosos errores y momentos memorables que rápidamente trascendieron hacia redes sociales.
El abogado fue víctima de la brecha que – un año después – aún existe entre personas que lograron adaptarse y quienes no lo han podido hacer, ya sea porque no quisieron o porque no tuvieron a nadie que les enseñara.
Más allá de lo divertido de la situación, nos pone a pensar sobre la importancia que tiene ayudar a nuestros adultos mayores a que se integren mejor a esta “nueva normalidad” donde las herramientas digitales seguirán siendo un canal muy relevante de comunicación, pues ya no hay vuelta atrás: Las videoconferencias – profesionales y personales – llegaron para quedarse.
